El plan de ahorro de energía es el que intenta reducir la velocidad de la CPU y disminuir el brillo de la pantalla al máximo para intentar conseguir el mayor ahorro posible en consumo de batería. Puedes activar en Windows el modo de ahorro de batería siempre y cuando tengas un portátil.
En dicho caso, cada plan utiliza diferentes configuraciones para el ahorro de la batería. En Windows 10 podemos acceder al modo de ahorro de batería o las opciones del brillo de la pantalla con sólo hacer clic sobre el icono de la batería que se muestra en la barra de tareas, eso sí, cuando estamos haciendo uso de la batería del portátil.
Para usar el ahorro de batería, selecciona el botón Inicio y, a continuación, seleccione Configuración > Sistema > Batería. De manera predeterminada, el ahorro de batería se activa cuando el nivel de batería baja del 20 %, pero se puede ajustar en la configuración de la batería. Es precisamente este el cambio que puede hacer que tu batería dure más.
Este umbral también es configurable y, por lo tanto, podemos establecer que el modo de ahorro de batería se encienda automáticamente en el porcentaje que queramos para así poder alargar la autonomía de la misma. En lugar de quedarnos con el valor por defecto, podemos ajustar el parámetro para que el ahorro de batería entre mucho antes en juego, por ejemplo cuando baje al 80% después de un tiempo de uso.
Consejos para aumentar la vida de tu batería
Por supuesto, sin unos buenos patrones de uso para que la batería también dure el máximo posible a largo plazo, solamente estaríamos retrasando lo inevitable. Por ejemplo, en el caso de baterías de ion-litio, no es necesario cargarlas al 100%. Incluso existen estudios que demuestran que funcionan mejor a media carga. Lo ideal es mantener la carga entre un 40% y un 60% del total.
Con respecto a la duda más común de todas, es decir, si debemos desconectar el portátil cuando ha llegado al 100%, las recomendaciones de fabricantes como Lenovo aconsejan que lo mejor es desconectarlo si necesitamos el portátil a tope de carga. No desenchufar puede recalentarlas y el calor no es buen amigo de las baterías.
Lo mejor para cargar un portátil es hacerlo cuando el portátil esté apagado, con una temperatura moderada, es decir, ni mucho frio ni mucho calor y, sobre todo, no esperar a que la batería se agote totalmente. En ningún caso se debe cargar el portátil a temperaturas por debajo de cero ni con un calor extremo.
Las baterías de ion-litio también deben calibrarse cada dos o tres meses aproximadamente. Este proceso es necesario, aunque hayamos cumplido las recomendaciones anteriores. Con ello conseguiremos que la información sobre la batería sea la correcta y el medidor no tenga errores. Seguiremos las instrucciones del fabricante para hacerlo en nuestro equipo, aunque por norma general deberemos:
Cargar el portátil al 100% y mantenerlo durante dos horas.
Desenchufar el cargador y usarlo hasta agotar la batería.
Dejarlo apagado unas cinco horas.
Volver a cargarlo al 100%.
Fuente: adslzone.net